domingo, 18 de marzo de 2012

Entrevista a a ic Ma Elena Villa Abrille


Sexualidad y discapacidad
Fuente: http://www.etcmagazine.com.ar/

A no dudar: "no existen sexualidades especiales. La sexualidad es una: la humana" .
En pleno siglo XXI, parece mentira, pero aún cuesta aceptar que todos, absolutamente, somos seres sexuados y, por ende, con necesidades y expectativas sexuales a satisfacer. Los discapacitados no son la excepción.
Bien lo explica la Lic. María Elena Villa Abrille en esta entrevista. Ella es psicóloga, sexóloga clínica, especialista en sexualidad y afectividad de personas con discapacidades, acreditada por la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana (SASH). Sus palabras contribuyen al conocimiento de la forma de ser y sentir de personas con diferentes discapacidades  y ayudan a que se le pierda el miedo a lo desconocido. Todo en pos de la integración tan necesaria en una sociedad en la que, por distintas razones, abundan los marginados y "fuera del sistema".
¿Por qué durante tantos años la sexualidad de los discapacitados fue un tema frente al que se decía: "de eso no se habla"?
Durante mucho tiempo el concepto "de eso no se habla" estaba referido a la sexualidad en general y, en especial, cuando nos referíamos a sexualidad de personas con alguna discapacidad, quienes, al igual que los niños, las personas mayores y los ángeles, eran   considerados asexuadas. Hoy sabemos que todos somos seres sexuados, desde que nacemos hasta que morimos. Y cuando digo todos, incluyo a las personas con discapacidad, pues no existen sexualidades especiales. La sexualidad es una: la humana.
¿Cuál es la causa por la que cuesta tanto a padres, maestros y cuidadores, enfrentar que sus hijos o personas a cargo tienen necesidades y urgencias sexuales como cualquier otra persona?
Una de las principales causas es el desconocimiento o falta de información. Hablar de sexualidad, discapacidad, locura y muerte durante muchos anos fue un tema tabú. Inciden también, motivos culturales y religiosos pero, fundamentalmente, considero que la desinformación es la causa más frecuente. La sexualidad de "los otros" suele provocar temor, angustia, ansiedad, dado que muchas veces solemos desconocer nuestra    propia sexualidad.
Se cree que la sexualidad de los discapacitados motrices, ya sea con personas con discapacidades diferentes o no, está tanto más aceptada que la de los discapacitados mentales… ¿Es así? ¿A qué se debe?
Lamentablemente es así. Se considera que la persona con déficit intelectual no entiende, no le pasan cosas y que es un eterno niño. Sin embargo, a todos nos pasan cosas; a ellos también. Todas las personas tenemos necesidades afectivas y sexuales, incluidas las personas con déficit intelectual. Es muy común que se malinterpreten estas necesidades y que, en muchos casos, se confunda genitalidad con sexualidad. Sabemos que la genitalidad es una parte de la sexualidad, pero no es la única; la sexualidad es mucho más abarcativa. Es dinámica, se aprende, se construye a lo largo de toda la vida. Las personas con déficit intelectual, en su mayoría, desean relacionarse afectivamente con las personas que ellos elijan. Es muy común que manifiesten que están de novios, que se van a casar, que van a   tener hijos, etc. Esto no necesariamente significa que van a tener relaciones sexuales genitales. Lo que ellos buscan y desean es compartir sus afectos y preferencias y para ello, recrean el mundo adulto.
En cuanto a discapacitados mentales, ¿cómo se suele manejar el tema? Muchas veces se ha escuchado que no necesitan del sexo porque no saben qué es…
La mayoría del las personas busca conectarse afectivamente y mediante caricias, besos, el estar de novios. Muy pocos son los que pueden llegar a ejercitar una genitalidad. Para comprender sus necesidades y acompañarlos en este recorrido es necesario informar sobre el tema a la familia, a las instituciones, los docentes y profesionales.
Como especialista de la psicología y la sexología… ¿Por qué creés que suele estar más sobre el tapete la sexualidad entre personas con Síndrome de Down, y prácticamente no se habla, o muy poco, sobre las prácticas sexuales de otro tipo de discapacitados mentales?
Se suele hablar más de las personas con Síndrome de Down porque éstas son muy sociables, logran su autovalimiento y se desenvuelven muy bien, motivo por el cual se conoce más de ellos a nivel general. Lo mismo hacen con la expresión de sus afectos y de su sexualidad. Otras personas con otros niveles de déficit expresan su sexualidad y necesidades de maneras diferentes, las que también hay que saber reconocer, pues en muchos casos, no pueden transmitirlas; éstas pueden ser: una caricia, una mirada, etc.
A los padres en general les cuesta hablar de sexo con sus hijos… ¿cuál sería el consejo para los padres de personas discapacitadas mentales?
Es necesario que se informen, que hablen con especialistas formados en sexualidad y con amplios conocimientos de discapacidad. El poder hablar e informarse les permitirá revisar los propios prejuicios y mitos para poder comprender a sus hijos.
¿El despertar sexual, en el caso de discapacitados mentales, se da en los mismos tiempos biológicos que en cualquier otro púber o adolescente?
En general, sí, aunque a veces aparece más tarde, no por retrazo de ellos sino del medio. Pensemos que muchos padres prefieren que sus hijos se mantengan niños porque aceptar su crecimiento implica reconocer nuevas necesidades para las cuales muchas veces no están preparados.
¿Debieran los padres o cuidadores tratar con más naturalidad el tema y respetar que sus hijos o personas a cargo tengan sus tiempos y espacios de intimidad y privacidad para conocer su cuerpo, masturbarse, intimar con el otro sexo?
Exactamente. Es muy importante, como para cualquier persona, el respeto a la intimidad propia y la ajena. La masturbación es la primera conducta sexual erótica de todo ser humano; es necesario orientarlos para que lo hagan en la intimidad y controlar que la misma no sea excesiva o compulsiva dado que puede dañarlos.
¿Hay algún tipo de relación entre discapacidad mental y orientación sexual ó elección de compañero sexual? 
Generalmente no. Es común que dos personas del mismo sexo de abracen o besen; esto no significa homosexualidad. Es necesario tener presente que el desarrollo de la sexualidad de las personas con déficit intelectual corre paralelo al desarrollo de su edad madurativa o de comprensión de la realidad. Una persona de 19 años de edad cronológica se puede expresar como un niño de 5 ó 7 años y no como un joven de 19. Esta diferencia entre la edad de maduración y comprensión de la realidad y la edad cronológica es fundamental para comprender su sexualidad.

Laura Zavoyovski

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